¿Son realmente las enfermedades gástricas las responsables de los problemas de comportamiento en los caballos?
En la práctica veterinaria equina, las enfermedades gástricas, especialmente el síndrome de úlceras gástricas equinas (EGUS, por sus siglas en inglés), a menudo se consideran la causa principal de los problemas de comportamiento en los caballos. Sin embargo, la correlación no implica necesariamente causalidad. El Dr. Ben Sykes, un veterinario especializado en enfermedades gástricas equinas, señala que una gran parte de los caballos, especialmente aquellos en entornos de alto riesgo como los caballos de carreras o de deportes de alto nivel, tienen úlceras gástricas sin mostrar problemas de comportamiento.
Signos de comportamiento comunes atribuidos al EGUS:
Es común asociar las úlceras gástricas con varios síntomas clínicos en los caballos. Entre estos se incluyen la pérdida de peso, un pelaje de mala calidad, comportamientos aversivos durante la monta, dificultades para ajustar la cincha y comportamientos nerviosos o espantadizos. Sin embargo, estos signos también pueden ser el resultado de otras afecciones y no siempre indican la presencia de úlceras gástricas.
El Dr. Sykes recuerda que, aunque las úlceras gástricas son comunes (se estima que entre el 50% y el 70% de la población equina las padece), sigue siendo difícil demostrar que estas úlceras son responsables de todos los problemas de comportamiento observados en los caballos. La simple presencia de úlceras no significa necesariamente que el caballo esté experimentando problemas de comportamiento causados directamente por esta condición.
Un enfoque más amplio para comprender los problemas de comportamiento:
El Dr. Sykes subraya que, cuando un caballo muestra un comportamiento extraño o problemático, es fundamental considerar el dolor como causa potencial antes de centrarse exclusivamente en el EGUS. Es crucial realizar una evaluación veterinaria completa, que incluya un examen de cojera y una evaluación de la salud bucal. Los caballos pueden padecer dolor musculoesquelético o enfermedades bucales, que pueden generar problemas de comportamiento sin que estén involucradas enfermedades gástricas.
Además, varios estudios han sugerido que existen asociaciones entre el EGUS y ciertas razas de caballos, especialmente caballos de deporte de alto nivel, como los caballos de salto y los caballos de carreras. Por ejemplo, los caballos de carreras con úlceras gástricas (especialmente en la forma glandular del EGUS) eran casi cuatro veces más propensos a no cumplir con las expectativas de rendimiento. Curiosamente, los caballos de deporte de nivel internacional, que generalmente tienen una mejor gestión, tenían tasas más bajas de enfermedades gástricas que los caballos de nivel nacional, lo que parece contradecir la intuición inicial.
El papel del dolor crónico y el comportamiento aprendido:
Otro aspecto importante del diagnóstico de los problemas de comportamiento es el concepto de dolor crónico y comportamiento aprendido. Los caballos son animales inteligentes y pueden asociar ciertas actividades, como la colocación de la silla o la preparación para montar, con dolor. Esta asociación puede llevar a que los comportamientos problemáticos persistan incluso después de que se resuelva la causa original del dolor. El Dr. Sykes enfatiza que, en tales casos, el comportamiento problemático puede no estar relacionado con el dolor actual, sino con un comportamiento aprendido que resulta de experiencias pasadas de dolor.
Por lo tanto, es esencial un enfoque diagnóstico exhaustivo. Una vez que se ha identificado la fuente del dolor, ya sea gástrica, musculoesquelética o bucal, el veterinario debe considerar también que el caballo puede haber desarrollado comportamientos negativos asociados con ese dolor pasado. Estos comportamientos pueden persistir incluso después de que se haya eliminado la causa física, y esto requiere intervención conductual además del tratamiento médico.
Fases de la evaluación veterinaria:
Cuando un propietario consulta por problemas de comportamiento en un caballo, el Dr. Sykes siempre comienza con un examen de cojera. Aunque esto pueda parecer inusual para un especialista en úlceras gástricas, muchos de sus caballos terminan con un diagnóstico de cojera, que contribuye de manera significativa al comportamiento observado. Después de confirmar la posible presencia de úlceras mediante una gastroscopia, el veterinario también realiza un examen bucal para descartar otras posibles fuentes de dolor, como úlceras bucales o problemas dentales.
Tras analizar todos estos factores, el veterinario puede realizar un diagnóstico más preciso. A veces, un caballo padece tanto úlceras gástricas como dolor musculoesquelético. Este enfoque integral permite identificar y tratar todos los factores que contribuyen al comportamiento.
Conclusión:
Aunque las úlceras gástricas son comunes en los caballos, no son necesariamente la causa de todos los problemas de comportamiento. Cuando un caballo presenta problemas de comportamiento, es fundamental considerar el dolor como la causa principal. Una evaluación exhaustiva y un enfoque amplio para identificar las causas potenciales ayudarán a descubrir los factores subyacentes y mejorar el bienestar del caballo. El Dr. Sykes concluye destacando la importancia de dar un paso atrás y considerar todas las posibles fuentes de dolor, no solo el EGUS, para realizar un diagnóstico rápido y preciso y mejorar el bienestar general del caballo.
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